Regreso a Venezuela

Barbados, manana del sabado 10 de septiembre de 2005.
Joyceville y Maito, por Martin

Esta mañana iba a escribir algo medio sentimentaloide (el adjetivo "medio" y el sufijo, que no sé si correctamente existe, "oide" rodeando la palabra sentimental puede sonar exagerado), esto:

Dejamos Barbados, dejamos Rockley, dejamos Accra Beach, dejamos Joyceville, dejamos a Jhon nuestro casero. Esto último es lo que más tristeza me da al irme de Barbados, dejar solo a Jhon, su esposa murió hace un par de meses y lo siento solo.

Pero ya es de noche, esta mañana tuvimos una pequeña discusión sobre dinero con los caseros y de paso estoy alegre a causa de unos cubalibres que tomamos en la playa y un vino tinto que tomo ahora, así que no me provoca seguir con el tema, aunque la tristeza por Jhon siga siendo la misma. Tampoco me provoca seguir escribiendo porque me enredo, así que me despido hasta la próxima vez con esta frase, en negritas, que mi amigo Sergio Chefjec me dejó ayer en mi inbox con relación con nuestra partida de Barbados y que me hizo sentir mejor (pongo el texto completo porque en un próximo post hablaré de algo relacionado con esto):

"Hola Martín, sí supongo que mantuvieron el diseño original de la portada. Entiendo la huida de la isla, debe ser para espíritus especiales, para llamarlos de alguna manera. Es muy probable que en diciembre esté en Buenos Aires. Allí nos chocaremos, como dicen los mexicanos. Un abrazo y buen regreso, s."

Besos a todos,

Martín

P.S: saludos a mis padres que a esta hora están en Bogotá, ya quierlo verlos.